¿Qué es?

Casi dos siglos después
Hoy, el sueño del Padre Querbes de una comunidad formada por dos ramas, una formada por religiosos y otra por laicos, se ha hecho realidad. Su carisma, ahora encarnado por la comunidad viatoriana, es un don del Espíritu a los hombres y mujeres de todos los tiempos que la Iglesia ha reconocido. Nosotros, que constituimos la comunidad viatoriana, somos religiosos o asociados y entre estos últimos encontramos hombres o mujeres, solteros o casados, diáconos permanentes o sacerdotes diocesanos. Nuestras comunidades llevan a cabo la misión de anunciar a Jesucristo y su Evangelio, de formar a jóvenes y adultos en la vida cristiana y de celebrar la fe.
Ofrecemos formación humana, intelectual y espiritual. Dirigimos comunidades de fe.

Id y proclamad el Evangelio hasta los confines de la tierra
Desde Vourles, lugar de nuestra fundación en Francia, nos hemos expandido a dieciséis países de Europa, América, África y Extremo Oriente. La diversidad étnica, cultural y social es uno de nuestros mayores activos. La comunión fraterna es nuestra respuesta al doble desafío de la diversidad y del individualismo.
Catequistas y evangelizadores en el ámbito escolar
Como educadores de la fe, trabajamos en escuelas primarias y secundarias, así como en instituciones educativas universitarias.
Nos esforzamos por integrar los valores cristianos en la realidad cultural de hoy. En los países en los que estamos involucrados, nos esforzamos por entrar en diálogo con sus culturas y vivir en solidaridad con sus pueblos.Los estudiantes, padres, miembros del personal y maestros forman una gran familia en cada una de nuestras instituciones educativas.

Catequistas y evangelizadores en la iglesia local
El P. Querbes comprendió la importancia de formar catequistas y liturgistas parroquiales.
Por eso llevamos a cabo nuestra misión en comunión con las Iglesias locales, colaborando en la profundización y celebración de la fe de una manera dinámica y armoniosa. Elegimos colaborar y dialogar con obispos y pastores.

Con los marginados
Finalmente, el P. Querbes se preocupó especialmente por los niños y los pobres que no tenían acceso a la educación, especialmente a la educación cristiana. Por eso nos dedicamos principalmente a los que se quedan atrás en nuestro tiempo. Trabajamos por la paz y la justicia social. Colaboramos en la solidaridad internacional a través de la asistencia material, espiritual y humana.