Han pasado casi 70 años desde que los viatores misioneros llegados de Canadá y de Estados Unidos abrieron una escuela para chicos en Kioto, Japón, el Colegio San Viator de Rakusei, cuyo nivel de excelencia académica  no ha sido olvidado.

El mes pasado, las autoridades japonesas concedieron al P. Gaétan Labadie, CSV, la insignia de la  Orden del Sol Naciente. Esta prestigiosa condecoración reconoce el papel del P. Labadie como ciudadano extranjero que ha contribuido a la promoción y el desarrollo de la educación en Japón.

La ceremonia tuvo lugar en la residencia del Cónsul General de Japón en Montreal, y atrajo a numerosos dignatarios, entre ellos Masashi Adachi, asesor especial del Primer Ministro de Japón y antiguo alumno del Colegio San Viator Rakusei. El Superior provincial de Canadá, padre Nestor Fils-Aimé, CSV,  también estaba presente.

El P. Labadie está ahora jubilado y vive en su Canadá natal, pero dedicó su carrera docente a los alumnos y las familias del colegio Rakusei, sirviendo como profesor, director y presidente.

«He pasado 50 años en Rakusei trabajando en la educación de los jóvenes, pero nunca pensé que un día recibiría este premio», dijo el P. Labadie. «Para mí, la enseñanza ha sido  una fuente de alegría. A través de la enseñanza del inglés, sentía como abría a mis alumnos las ventanas del mundo  y estoy orgulloso de ello. Además, a través de la educación religiosa pude formar ciudadanos responsables y conscientes, lo que también era importante para mí.»

P. Labadie en la capilla de Rakusei

El P. Labadie es el segundo viatoriano que recibe este alto galardón. El primero fue el P. Genji Murata, CSV, que fue director de Rakusei durante 16 años. Recibió el premio en 1986, antes de jubilarse en 1988.

«Rakusei se fundó en 1952, gracias a los clérigos de San Viator», añade el P. Labadie. «En aquella época, muchos Viatores canadienses y estadounidenses fueron enviados para asegurar el buen funcionamiento del Colegio.  Hace  ya 70 años que los viatores trabajan en  este centro educativo. En parte gracias a ello, Rakusei se ha convertido en un colegio muy famoso en Kioto y en Japón.»