La comunidad viatoriana  de Francia celebra dos ordenaciones en dos fines de semana consecutivos.

«El Señor nos ha gratificado con dos ordenaciones al diaconado,» dijo el Padre Pierre Demierre, CSV, Superior Provincial de Francia. «Estas celebraciones se han centrado en nuestro bautismo. Ser hijo de Dios sigue siendo una vocación y un proyecto para cada uno de nosotros.»

El asociado Christian Pizot

Christian Pizot, viator asociado, ha sido ordenado diácono permanente el 20 de junio en la iglesia de Oullins. La celebración fue presidida por el obispo Mishel Dubost  y al final de la misma, Christian pronunció  su compromiso definitivo como viator asociado.

Una semana después, el hermano Philippe Arnal, CSV, fue ordenado diácono transitorio, lo que le ha permitido dar un paso más  hacia el presbiterado. La ordenación tuvo lugar en la catedral de Rodez y fue presidida por el obispo François Marie Aimé Marius Fonlupt.

El Hno. Philippe es un apasionado de la Historia medieval y moderna, así como de la Filosofía, la Literatura francesa, el Latín y el Griego. Actualmente, enseña Historia, Latín y Literatura francesa en el Liceo Louis Querbes de Rodez, mientras estudia Teología, a tiempo parcial, en la Universidad Católica de Toulouse.

Los ordenados, Christian y Philippe, cada uno a su manera y en su lugar de inserción, son llamados y enviados como servidores,» dijo el Padre Demierre. «Ser servidor es reconocer un amor que nos supera, haciendo la voluntad del Padre del cielo y obedeciendo como su Hijo.»

el Padre Pierre Demierre

H. Philippe Arnal, centro

El Hermano Philippe Arnal ha recibido como misión  el  servicio diaconal de tres parroquias, Notre Dame des Trois Horizons, St Marc des Causses y St Jean des Sources, todas ellas en Rodez.

«Nuestros encuentros de estos dos fines de semana significan que no estamos solos,» añadió el padre Demierre. «Nosotros, los Viatores, caminamos con todos aquellos que, en cualquier lugar, invocan el amor de nuestro Señor Jesucristo. Por eso nos hemos sentido muy cercanos, viviendo una fuerte comunión entre bautizados.  Juntos somos enviados, cada uno según su vocación, como testigos del amor de Dios al mundo.»